EL CORRREO GALLEGO | 09/12/2010

El grupo teatral nació hace medio siglo en un café del Vilar. Hoy vive una segunda juventud.

Ha llovido mucho, y en más en Compostela, desde aquel frío día de diciembre de 1960 en el que el grupo teatral Ditea se constituyó formalmente... en un bar de la rúa do Vilar. Tantos chaparrones han caído que ya solo uno de los seis impulsores de la hoy legendaria compañía se encuentra entre nosotros. El superviviente es el médico Luis Rodríguez Míguez, que aún recuerda perfectamente aquella histórica cita con otros amigos aficionados al teatro. "La fundación oficial de Ditea tuvo lugar en el bar Sobrino, aunque nosotros le llamábamos La Escopeta porque aquel bajo del Vilar había estado ocupado anteriormente por una armería". Aquella pandilla tenía mucha coña marinera, así que lo primero que hicieron sus integrantes fue comprar unas sillas y llevarlas al bar Sobrino, que estaba escaso de tales comodidades. "Si vamos a fundar algo, tendremos que estar sentados y cómodos", pensaron los pioneros de Ditea. Y así fue: con las posaderas descansadas y la mente despierta Agustín Magán Blanco, Jesús Reboredo Rey, José María Paz Sueiro, Alvariño Segade, José Domíguez y el superviviente Luis Rodríguez Míguez firmaron el acta fundacional de una compañía teatral que, a partir de entonces, pondría un importantísimo granito de arena a la vida cultural de Santiago y animaría a otros muchos aficionados a entrar en la gran familia ditense.

MADRE NUTRICIA. A Magán siempre se le consideró la "madre nutricia" de la agrupación, pero al lado de él, jugando también en "primera división", se encontraban, entre otros, el propio Jesús Reboredo y Mariluz Villar, actriz que ganó numerosos premios a la mejor interpretación femenina. Ella misma recuerda la gran cantidad de artículos que, sobre Ditea, se publicaron en EL CORREO GALLEGO y guarda en su memoria con especial cariño una vez que fue portada del periódico La Noche.

Entre bambalinas, pero siempre apoyando a los actores, se encontraban los asesores literarios del grupo, entre ellos Manuel Rabanal, Manuel Paz Sueiro y Jesús Precedo Lafuente. El doctor Míguez enumera también una larga lista de ditenses que colaboraron muy activamente, en tareas técnicas y artísticas, en los primeros años de la agrupación, como Ricardo Outes Lamas, Ramón Fandiño Neira, Antonio Malvido, Antonio Moragón, Castor Lata, José Morón, las hermanas Margarita y Maruxa Álvarez, José Rey, Ramón Valiño o Andrés Hernández, entre otros.

Mañana, con motivo de la celebración de las bodas de oro de esta agrupación teatral, el Ayuntamiento de Santiago rendirá un homenaje a Ditea en la Casa das Asociacións de Cornes. Será a las ocho de la tarde, en presencia del alcalde, y se espera la asistencia de numerosos vecinos que disfrutaron infinidad de veces con las representaciones de Ditea.

ANÉCDOTAS

'Melocotón en almíbar'. Ditea, antes de su gran debú en Santiago, se estrenó con sendas representaciones de 'Melocotón en almíbar', original de Miguel Mihura, en Noia y Muros. Tras este rodaje, llegó el estreno en el Principal.

'Milagro'. El estreno en el Teatro Principal de Santiago fue con la pieza 'Milagro', de Lozano, y realmente fue un milagro que pudiese representarse, ya que en las semanas previas ocurrió de todo. Magán, por ejemplo, sufrió un infarto.

Dios aprieta. Antes del debú en el Principal también se produjo la 'baja' de Arturo Rey, gran profesional de Radio Galicia que ayudó a todo el equipo a pronunciar como es debido, y eso que hablaba tan bajito que nadie le oía.

Primer presidente. Los fundadores de Ditea propusieron a Manuel Beiras que ocupase la presidencia de la entidad, pero el intelectual les aconsejo que buscasen a alguien que pudiese ayudarles más. Ese hombre fue Ángel Porto Anido.

Grandes obras. Ditea, grupo que aún perdura y vive una especie de segunda juventud, puso en escena infinidad de obras. Especial éxito tenían entre el público, por su vistosidad escénica, los autos sacramentales.

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